Ayer, aproximadamente un año después de su constitución formal, se reunió en Valladolid la Mesa de la Automoción. En ella se dieron cita representantes de la Administración central, con la presencia de las ministras de Industria, comercio y Turismo, Reyes Maroto, y de Ciencia e Innovación, Diana Morant; los consejeros de Industria o Economía de las distintas comunidades autónomas; el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; representantes de las asociaciones empresariales de Automoción; y los sindicatos UGT FICA y CC.OO. de Industria.
El objetivo central del encuentro giró en torno al Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del Vehículo Eléctrico y Conectado aprobado por el Gobierno.
En la reunión UGT FICA, representada por el secretario del sector Automoción, Jordi Carmona, trasladó que el PERTE presentado por el Gobierno supone una buena noticia y un paso adelante para el sector y ha de servir como acicate para evolucionar hacia el cambio de modelo productivo de carácter industrial que nuestro país necesita. Las bases del proyecto son sólidas, pero estaríamos engañándonos si nos aferrásemos a él como la solución absoluta que la Automoción española necesita.
Sobre el papel, el proyecto supone una apuesta de futuro que promete un avance hacia la soberanía industrial de nuestro país, pero de su articulación va a depender su eficacia como elemento armonizador y de futuro para la Automoción.
A nuestra Federación le hubiera gustado participar en la elaboración de los criterios del PERTE, y así lo hemos trasladado. Ahora, con el proyecto presentado, no nos resignamos a ser convidados de piedra en su ejecución, porque entendemos que un proyecto de tal envergadura y de tal importancia para nuestra industria automovilística ha de gestionarse mediante una gobernanza que tenga al diálogo social en su eje principal, y por tanto, como partes implicadas en su desarrollo los sindicatos deberíamos tener voz y voto.
Nuestra presencia es necesaria para garantizar que los proyectos que se presenten en el ámbito del PERTE tengan una perspectiva social y contemplen compromisos de empleo y condiciones laborales dignas para las y los trabajadores.
También es necesario que las medidas a desarrollar se hagan extensivas a toda la cadena de valor del sector (constructores, auxiliares del automóvil, componentes, concesionarios, etc.), y que no se conviertan en materia de agravios comparativos entre las distintas comunidades autónomas, dando lugar a una lucha fratricida por un pedazo del pastel.
Hemos de ser realistas y no jugar todo el futuro del sector de la Automoción a una sola carta, pues por un lado se puede dar el caso de empresas que cumplan con los requisitos para acceder al PERTE pero sin tener en cuenta la dimensión industrial a la que dará lugar ni cómo afectará al empleo; y por otro hay que considerar que no todas las empresas podrán optar a él, y habría que ayudarlas.
Desde UGT FICA consideramos que la potenciación del sector de la automoción no puede encapsularse en un solo proyecto por muy positivo que sea. Planteamos a los interlocutores pertinentes la necesidad de adoptar más medidas para garantizar su futuro, analizando propuestas como las que hemos venido aportando desde nuestra Federación.
Esperamos que nuestras propuestas tengan acogida en la próxima reunión de la Mesa de Automoción anunciada para septiembre.