Desde el pasado 15 de septiembre, el sindicato del sector del automóvil, UAW (United Auto Workers), afiliado a la confederación AFL-CIO, mantiene una huelga selectiva en las tres principales fábricas de automóviles de Estados unidos (General Motors, en Missouri, Ford, en Michigan y Stellantis, en Ohio)
La medida de fuerza, que involucra a cerca de 150.000 de trabajadores y trabajadoras, responde a la negativa empresarial a negociar las demandas del sindicato. La parte sindical ha demostrado, de forma reiterada, que los ingentes beneficios del sector en los últimos años, acompañados de aumentos salariales de gran magnitud para los directivos, permiten que las empresas, caso de querer, asuman los costes de las mejoras laborales exigidas. Sin embargo, tras más de dos meses de negociaciones, los representantes empresariales han mantenido su rechazo a las propuestas sindicales.
Las principales demandas que el sindicato UAW ha trasladado a los representantes empresariales para la firma de un nuevo convenio colectivo son las siguientes:
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Aumento salarial de un 40% para los próximos cuatro años, en línea con el aumento que se han autoconcedido los directivos empresariales.
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Restablecimiento de incrementos salariales según inflación.
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Restauración de beneficios en pensiones para nuevos trabajadores e incrementos de pensiones para jubilados.
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Eliminación de horas extras obligatorias.
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Eliminación del fraude en el uso de contratos temporales.