La Comisión Negociadora del Convenio Colectivo de Granjas Avícolas y otros Animales, se reunió el pasado viernes, 15 de marzo, tras dos meses desde la última reunión, sin que se produjeran avances en el camino a conseguir una mejora en las condiciones laborales de las personas trabajadoras del sector.
En la reunión, las distintas patronales mostraron su verdaderas intenciones de cara a esta negociación. Por primera vez en este proceso negociador, han contestado punto por punto a la plataforma reivindicativa aunque, lamentablemente, las respuestas han sido prácticamente una negativa total a todos los puntos que conforman la plataforma. Para empezar, siguen sin olvidar la cláusula de revisión del anterior convenio, insistiendo continuamente en ella e intentando condicionar los incrementos salariales del nuevo convenio, aun sabiendo que la cláusula de revisión fue fruto de una negociación distinta de la actual.
De esta forma consideran inasummible para las empresas del sector cualquier concepto económico incluido en nuestras propuestas, que entendemos que deberían ser objeto de incremento por llevar años congelados, incluso los de nueva creación, como horas extras, plus nocturnidad, plus de ducha, complemento de domingos y etc..
La propuesta de las patronales pasa por un convenio con vigencia de 3 años, con incremento salarial del 1% el primer año y el 1,5% en los otros dos años y sin cláusula de revisión salarial. A este respecto, UGT FICA ya ha anunciado que no va a renunciar a las demandas incorporadas en su plataforma reivindicativa, incluida la cláusula de revisión que UGT considera irrrenunciable por ser un instrumento dirigido a asegurar el mantenimiento del poder adquisitivo de las personas trabajadoras y evitar así que sean cada vez más pobres.
De las intervenciones de la representación empresarial en la reunión destacamos la referencia a la posible reducción de la jornada laboral por parte del Gobierno. Las patronales han manifestado su predisposición a hablar de esta redución pero con dos importantes condicionantes a tener en cuenta, como son que, de producirse alguna modificación legislativa que obligara por ley a modificar la jornada del sector, el convenio perdería su vigencia automáticamente y, las partes se vería obligadas a iniciar una nueva negociación, pero dejando fuera de la materias a negociar el incremento salarial. Evidentemente UGT FICA se ha opuesto rotundamente a esta pretensión, ya que generaría mayor inestabilidad e incertidumbre dentro del sector. Además, la ausencia de negociación de los nuevos salarios conllevaría que alguna categoría profesional podría quedar por debajo del SMI para el caso de que el salario mínimo sigue incrementándose en la línea seguida en los últimos años.